Mensaje del Provincial en Ocasión de la Fiesta de San Francisco de Asís

En la Celebración de Nuestro Seráfico Padre SAN FRANCISCO DE ASÍS

Fr. Orlando Cabrera, OFM.
MINISTRO PROVINCIAL

Estimados Hermanos:

La celebración de la fiesta de san Francisco es ciertamente más que un aniversario: es la oportunidad que el Señor nos da para reconocer la acción de Dios en la historia y en la vida de nuestro Seráfico Padre, pero también la intervención de Dios aquí y ahora, en  nuestra historia y en nuestra propia vida, y,  sobre todo, para reconocer y renovar nuestra respuesta, nuestra reacción a la acción de Dios, que hoy como ayer sigue actuando y dándose a conocer para nuestra salvación.

Han pasado muchos años (siglos) desde aquel lejano relato de las Florecillas donde Fr. León, a boca de jarro, interroga a Francisco:

- ¿POR QUÉ A TI?, ¿POR QUÉ A TI?, ¿POR QUÉ A TI?

A este propósito, me viene a la memoria Fr. Giacomo Bini, Ministro general, cuando afirma: Francisco sigue siendo hoy muy popular, mientras que los franciscanos no, ¿por qué?

Es una interrogante que lejos de dejarnos indiferentes, nos interpela y muy seriamente, tanto a nivel personal como institucional. Para orientarnos en la respuesta no hay más que volver la mirada a nuestro Padre, a Francisco: su historia, su vida, sus ideales, actitudes, etc.

La vida de Francisco, como la de cualquiera, transcurre en varios momentos, en lenguaje del ciclismo, podríamos decir: en varias metas montañas. Las primeras en familia, las otras en camino a una Nueva Familia.

De su familia, papa mamá, bebe junto con la leche materna el deseo y la voluntad de ser alguien en la vida, de servir a la sociedad.

Eligió ser Caballero y sin duda su padre y su madre, felices, lo apoyaron. El camino eran las armas; pero, en su primera intervención, cae prisionero. Sus padres, influyentes y sobre todo con dinero, logran sacarlo de prisión; una vez repuesto de la larga enfermedad contraída en prisión, vuelve a  prepararse y se enrola en una nueva aventura bélica.

De camino, en Espoleto, tiene una extraña y profunda experiencia que lo interpreta como un sueño: Dios le interroga:

- Francisco, ¿a quién prefieres servir: al  Señor o al siervo?

No hay duda que al Señor, es la respuesta de Francisco.

- Y la voz de Dios: ¿por qué entonces te propones servir al siervo?

Esto se repite tres veces, hasta que al final Francisco pregunta: ¿SEÑOR, QUÉ QUIERES QUE HAGA?

-Y nuevamente la voz: regresa a Asís, allí se te dirá lo que tienes que hacer.

Aquí comienza otra etapa en su vida. Hasta entonces él había sido quien fijaba sus metas y la manera de alcanzarlas. De aquí en adelante se antepone la pregunta:

- SEÑOR, ¿QUÉ QUIERES QUE HAGA?

Poco tiempo después viene la experiencia de san Damián, donde él escucha de manera clara y distinta la voz del Crucificado que le dice:

- Francisco,  repara mi iglesia.

Y Francisco se pone manos a la obra.

El encuentro con el leproso es otro momento clave: Francisco le da un beso…  En ese gesto, Francisco pone en serio riesgo su vida: el leproso no cambia, pero sí Francisco. A partir de ahí, dice  Francisco en su testamento, salí del siglo.

Pero el auténtico cambio, o el sentido profundo de su NUEVA VIDA lo encontró en La Porciúncula, la pequeña capilla que poco antes había reparado con sus propias manos: ahí en la celebración de la misa, en la fiesta de san Matías, el 24 de febrero de 1209, al escuchar el evangelio donde Jesús envía a sus apóstoles queda realmente impactado. Acude al celebrante para que le aclare si había comprendido bien. E inmediatamente después, eufórico y lleno de entusiasmo, exclama con profunda convicción y alegría:

- ESTO ES LO QUE BUSCO, ESTO ES LO QUE QUIERO, ESTO ES LO QUE DESEO HACER CON TODO CORAZÓN.

En el momento actual de la vida de nuestra querida Provincia Misionera San Antonio, como en la vida de cada uno de los hermanos, esto es lo importante y lo más necesario: que cada quien pueda encontrar y realizar lo que realmente desea hacer con todo corazón y con todo entusiasmo.

Nunca como ahora, con nuestro padre Francisco, pidamos: que el Espíritu de Jesús nos enseñe, nos ilumine y nos guíe para hacer nuestra parte.

¡FELIZ FIESTA DE NUESTRO SERÁFICO PADRE SAN FRANCISCO DE ASÍS!

Cochabamba, 29 de Septiembre de 2015

Fr. Orlando Cabrera, OFM
MINISTRO PROVINCIAL

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